corrientes de vida

Dos grandes corrientes de vida atraviesan a la humanidad desde hace milenios. La de la separación y la del corazón. La de la escisión interna y con el mundo, por un lado, y la de la unión y la reunión, conmigo mismo, contigo, con nuestros semejantes y con la naturaleza. La del individuo separado, atomizado, alienado y masificado, y la de comunidad de seres libres, vinculados e interdependientes. La de la mascarilla y la distancia social y el otro como peligro, por ahí, y la del contacto, el abrazo, el beso, la intimidad y la ternura, por aquí. La por un mejunje de ideales, valores y proyecciones, todo ideológico, todo mental, allá, y la que recupera la sensibilidad y la conciencia propias de un organismo en estado de gracia, de amor, como guía para la acción en la vida, acá. La de la escisión interna entre personalidad y sombra, es decir la del carácter acorazado y neurótico, allí, y la del organismo natural, fisiológico, cósmico, aquí.

En efecto, desde hace unos 5.000 años, la humanidad se manifiesta en estas dos grandes corrientes humanas: la corriente de corazón y la corriente de separación. A nivel del ser humano singular, se corresponden con dos estructuras bien diferenciadas.

– En el organismo funcional o estructura orgánica se da una alternancia funcional entre los sistemas simpático y parasimpático. No hay carácter ni coraza que separa, sólo estructura funcional.

– En el carácter acorazado, en cambio, se da una simpaticotonía crónica y creación del carácter y la coraza. Esta segunda categoría es generalizada desde hace siglos en la sociedad actual.

¿Cómo hemos llegado a esta situación a nivel social? ¿Cómo y cuales han sido las circunstancias de la creación de una sociedad alejada de nuestra naturaleza viva, mamífera y humana? ¿Cuáles son las raíces de la forma de explotación social y económica actual? ¿En qué medida la violencia está en el origen de tantas formas de vivir que hoy vemos como normales?

pd: Para ampliar, puedes ver este vídeo.