Disimular o ser transparente

Siempre tendrás más éxito social o bien afectivo sexual si disimulas, si haces como que no te interesa, como que vas sobrado, como que tu interés es puramente espiritual, intelectual. En realidad mejor que parezca que no hay interés en absoluto, que sólo pasaba por aquí por casualidad. Tanto daño ha hecho en la sensibilidad humana el frío cálculo de interés con lo que todo se hace por dinero, poder, reconocimiento, en fin, por egoísmo, que mostrar genuino deseo o curiosidad asusta, da la sensación de querer aprovecharse. Por eso es mucho más efectivo que parezca, disimular, aunque ello alimente en uno y en otro, y en los vínculos, la manipulación y la neurosis. En efecto, en la sociedad del espectáculo no conviene ser honesto, franco, directo. Sin embargo moverse desde esa inocencia transparente sin filtros es la única manera de empezar a ser coherente y de crear vínculos auténticos.