Se dice del humano o de la cultura asociados al desarrollo de las ciudades y de un modo de vida artificial y desconectada de la naturaleza.
La ideología dominante da un valor positivo a este término en oposición a salvaje, porque entiende que lo que permite el progreso y la evolución del ser humano, sin darse cuenta de que es la misma separación y dominación de la naturaleza lo que nos aleja de nuestra propia naturaleza.